HOY SE CUMPLEN 22 AÑOS DE LA MATANZA DE 12 PERSONAS EN EL LIMONCITO DE ALAYÁ, COSALÁ

Hoy se cumplen 22 años de la masacre de El Limoncito, de Alayá, Cosalá, poblado enclavado al pie de la sierra de Cosalá, donde el 14 de febrero del 2001 fueron masacrados 12 campesinos a bordo de una camioneta.

A más de 2 décadas, esta comunidad perteneciente al municipio de Cosalá, lleva varios años como un pueblo fantasma, poco a poco cubierto por la maleza, el olvido y la impunidad.

El día de la matanza, la mayoría de los pobladores festejaban el cumpleaños del comisario Valentín Beltrán Aréchiga.

Ya en la tarde de ese Día del Amor y la Amistad, un comando de sicarios que serían vinculados a la organización del Cártel de Los Arellano Félix bajaría a esa comunidad buscando a Javier Torres Félix, lugarteniente del Cártel de Sinaloa esa zona.

Al no encontrarlo, reunieron a todos los hombres y los subieron a la caja de una camioneta de redilas de color blanco y sin piedad los masacraron a todos en la caja. Ahí murieron adultos, jóvenes y hasta adolescentes inocentes.

La noche del 14 de febrero de 2001, 12 personas fueron masacradas en la caja de una camioneta en El Limoncito de Alayá, Cosalá, Sinaloa.

Las investigaciones de la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado, encabezada por el comandante Pedro Pérez López (quien fue detenido en 2004 por su vínculo con los Carrillo Fuentes), arrojaron que la masacre fue una venganza realizada por los Arellano Félix en contra de Javier Torres Félix, «El JT», lugarteniente de Ismael «El Mayo» Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, y quien fue detenido, extraditado y actualmente sigue preso en Estados Unidos.

Veintiún años después, el tiempo casi ha terminado por destruir este poblado que hasta antes de la matanza lucía con sus calles limpias adornadas con piedras pintadas de blanco y sus cercos de palo de Brasil.

Paredes y techos han sucumbido al tiempo y se han venido abajo. Otras apenas, se sostienen. La maleza y el moho ha cubierto hasta las cruces que fueron colocadas en honor a la memoria de las 12 víctimas.

Dos meses después de la matanza de El Limoncito de Alayá, el 4 de abril de 2001, el entonces comandante de la Policía Ministerial del Estado, Pedro Pérez López, identificó a «Los Culichis» como los autores de la masacre, encabezados por Ramón Arellano Félix (asesinado el 10 de febrero de 2002 en Mazatlán), junto con Lino Portillo Cabanillas.

Esta versión también fue confirmada por la entonces Comandancia de la Tercera Región Militar, la PGR y la DEA.

Sin embargo, en aquel tiempo los investigadores sólo obtuvieron orden de aprehensión contra cinco de «Los Culichis», de acuerdo con el expediente procesal 03/2001 que el Juzgado Mixto de Cosalá abrió por el caso de la matanza de El Limoncito de Alayá.

LOS IMPLICADOS:

Las investigaciones del caso fueron encabezadas por Pedro Pérez López, entonces Jefe de Investigaciones de la Policía Ministerial del Estado de Sinaloa, quien el 11 de septiembre de 2004 fue detenido tras recibir un disparo durante el atentado contra Rodolfo Carrillo Fuentes y su esposa Giovana Quevedo, quienes murieron ese día en la balacera en plaza Cinépolis, en Culiacán.

Pérez López custodiaba a Vicente Carrillo y a su familia, confirmándose la protección que se les brindaba a los Carrillo Fuentes.

Según Pérez López, en la matanza de El Limoncito participaron José Romualdo Quintero Carrizosa «El Hitler», quien fue detenido el 25 de enero de 2002 en Tijuana y fue recluido en el penal de Puente Grande, Jalisco, por el asesinato de dos policías y una joven. Durante su captura, dijo llamarse Rito Quintero Hernández.

El hombre, de 62 años, había sido liberado de una prisión en Tijuana, Baja California, donde cumplió una condena por secuestro, sin embargo, lo reaprehendieron ya que tenía cargos pendientes en Sinaloa por el asesinato de dos policías y una masacre en la que perdieron la vida 12 personas en el poblado de El Limoncito de Alayá.

El 24 de enero de 2020, Rito Quintero Hernández y/o Romualdo Quintero Carrizosa «El Hitler», fue encontrado colgado en la carraca 3 del módulo 5 del Centro Penitenciario de El Castillo, en Mazatlán.

Como partícipe en la masacre de El Limoncito también fue identificado Efraín Quintero Carrizosa, alias «El Efra», quien fue ejecutado por policías ministeriales junto con Ramón Arellano Félix, el 10 de febrero de 2002 en Mazatlán. Igualmente un hermano de éste, Juan Edgardo Quintero Carrizosa, fue involucrado en los hechos.

Otra persona identificada como Jorge Luis Carrizosa Quintero supuestamente fue levantado en la comunidad de El Talayote, en el municipio de Culiacán, por un comando de pistoleros y está desaparecido desde el 1 de junio de 2002.

En la masacre también fue involucrado Feliciano Quintero Carrizosa, alias «El Chanillo», «Chalinillo» o «Nochas», quien fue asesinado junto con una joven en Mexicali el 28 de mayo de 2003.

Asimismo, en la matanza fue señalado como partícipe Lino Portillo Cabanillas, quien murió en forma misteriosa dentro del penal de Aguaruto en el año 2003, días después de que fue detenido en Badiraguato.

José Romualdo Quintero Carrizosa «El Hitler».

Las complicidades hacia un grupo de la delincuencia organizada de las autoridades que encabezaron y «dirigieron» estas investigaciones pudieron haber tergiversado el móvil de la masacre y las personas que participaron de manera directa e indirecta en la muerte de 12 inocentes.

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