
Por usurpación de profesiones, ya que sin tener autorización ni preparación practicó una “mini-lipo” y le provocó la muerte a una joven paciente, la doctora Amayrani “R” fue vinculada a proceso, aunque continuará el juicio en libertad al imponerle una fianza de 300 mil pesos.
Durante la continuación de audiencia realizada este miércoles en la Sala Regional Zona Centro, el agente del Ministerio Público de la Fiscalía General del Estado expuso que Amayrani tenía solamente título como médico general, por lo que no tenía una especialidad para poder practicar lipoesculturas y además su consultorio no contaba con equipo ni licencia de Cofepriss.
La médico Amayrani “R” fue acusada por el homicidio de la joven Leslie Paulina, de 26 años, quien falleció semanas después que le practicara una cirugía estética, ya que sufrió la perforación de órganos vitales.
La clínica donde se realizó la “mini-lipo” se localiza en bulevar Francisco I. Madero y la Avenida Revolución, en la colonia Guadalupe Victoria, donde se realizó la cirugía estética el 9 de febrero y la muerte de la joven Leslie Paulina ocurrió el 3 de marzo.
Durante la audiencia, el abogado defensor de la imputada argumentó que la médico estaba preparada, que tenía un curso de medicina cosmética y una maestría en hidrolipoescultura por el Instituto Internacional de Lipoescultura de Durango, pero que el título estaba en “trámite”.
Ante el Juez de Control, el Ministerio Público sostuvo que dicha Maestría y el curso no son suficientes para practicar lipoesculturas, además de que la médica, según la Ley General de Salud, debía contar con especialidad en cirugía plástica y reconstructiva, que tiene una duración de 6 años, y no cursos de 6 horas como los que la acusada presenta para tratar de justificar su “profesionalización”.
Tras las diligencias y alegatos de ambas partes, el Juez de Control resolvió que las pruebas que presentó la Fiscalía eran suficientes para considerar que se cometió el delito y dictó auto de vinculación a proceso penal.
Sin embargo, la autoridad judicial también consideró que la acusada podría seguir su proceso en libertad, sin embargo, debía depositar una fianza de 300 mil pesos, con la restricción y prohibición de ejercer como médico y le prohibió salir el país.
Al salir de la audiencia, ya en el exterior de la Sala Regional de Justicia Penal y Acusatoria, familiares de la doctora Amayrani se burlaban de los periodistas que trataban de abordarla.
“¡Para que coman, para que coman y hagan su trabajo!”, les decían a los reporteros algunas mujeres que acompañaban a varios hombres que intentaban cubrirla para no ser captada por los periodistas, a quienes incluso les lanzaban besos.
Categorías:Sin categoría