Aun cuando el lobo marino rescatado en El Tambor está en estado crítico por las múltiples heridas, escoriaciones y perforaciones que presenta, sin descartar el que haya sido dañado por humanos u otras especies marinas, la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) y el Zoológico de Culiacán hacen todo lo posible por salvarle la vida ya que es una especie amenazada y endémica del Pacífico, incluido Sinaloa, Sonora y Baja California.

Así lo expresaron Ernesto Zazueta Zazueta, Jesús Amado Zazueta y Diego García Heredia, presidente de AZCARM, especialista en bienestar animal y director del Zoológico de Culiacán, respectivamente, al informar en conferencia de prensa sobre la salud del ejemplar, destacando la valiosa colaboración de medios y redes sociales para ubicar al animal herido y posteriormente tener un rescate exitoso luego de tres días de operativo y más de 200 kilómetros recorridos en las inmediaciones de Altata y otras playas de Navolato.

En el operativo de rescate ocurrido este martes estuvieron inspectores de la delegación de Profepa en Sinaloa y de Protección Civil de Navolato, sin embargo “hicieron lo que pudieron con lo que tienen, que no es mucho, sí tienen personal experimentado y las ganas de hacer bien las cosas, lo que pasa es que desde el sexenio de Peña Nieto recortaron presupuesto a Semarnat y Profepa; ahora somos los zoológicos los que estamos con esa responsabilidad de rescatar, rehabilitar, liberar o darle hogar a animales en riesgo”, expresó Zazueta Zazueta.

El lobo marino rescatado es un macho joven, de aproximadamente tres años y un peso entre 100 y 125 kilogramos. Permanece aislado y con cuidados intensivos por expertos en vida marina del Zoológico de Culiacán, y están por llegar más personal especializado de Guadalajara y Ciudad de México para ayudar a recuperar la salud de este ejemplar, el cual se mantiene hoy en estado crítico.

“Hoy le haremos rayos X. Continuamos la rehidratación y estabilización del ejemplar, que llegó muy herido y estresado. Las próximas 72 horas son cruciales para saber si podrá recuperarse y llegado el momento liberarlo a su hábitat natural que es el mar”, indicó el director del Zoológico de Culiacán.