El Instituto Municipal de Planeación (Implan) presentó hoy un plan para reestructurar el flujo de camiones urbano hacia el Centro de la ciudad y propone «salvar» el corazón del Centro sin rutas de transporte urbano y plantea 23 paradas de camiones el calle aledañas.
El reunión virtual con transportistas y autoridades estatales y municipales, el Director del Implan, Alberto Medrano, presentó el Proyecto de Movilidad del Primer Cuadro de la ciudad de Culiacán, el cual se propone aplicar después superada la pandemia del Covid-19.
Actualmente, casi todas las calles del primer cuadro son recorridas por el transporte público, abarcando desde la Avenida Álvaro Obregón hasta la Donato Guerra, y desde el Bulevar Francisco I. Madero hasta el Malecón (Niños Héroes).
La nueva propuesta de movilidad sugiere formar 2 circuitos en el primer cuadro: uno en el polígono Norte (de la Rafael Buelna a la Antonio Rosales) y otro en el polígono Sur (Mariano Escobedo y Cristóbal Colón), reduciendo el radio de circulación de las unidades de transporte urbano.
El proyecto también comprende 23 paradas de autobuses, con un distanciamiento de 200 metros para distribuir 54 rutas de camiones en el Centro.
Esto como medida emergente para reducir el paso del transporte público en el polígono del centro de la ciudad delimitado por la avenida Álvaro Obregón, bulevar Paseo Niños Héroes, calle Donato Guerra y bulevar Madero; ya que su tradicional operatividad influye, en gran medida, a una mayor concentración de personas esperando la ruta del camión.
Dicho escenario representa un riesgo para la población ante la situación que se padece por las cifras de propagación del COVID-19.
Con esta reestructuración se distribuyen 54 rutas al interior del centro con un total de 23 paraderos, mismos que se distanciarían aproximadamente cada 200 metros para evitar aglomeraciones, tal y como se dispone en los lineamientos para la prevención de contagios por coronavirus, emitidos por la Secretaría de Salud.
Para dicho efecto, se colocará la señalización pertinente para orientar a la población sobre la modificación de las rutas y paraderos, además de la socialización mediante educadoras viales y trabajadoras sociales, todo ello acompañado de una estrategia de comunicación que permita difundir estos acuerdos al mayor número de ciudadanos.
